Spotify es una de esas grandes empresas que usan Behavioral Design para generar más recurrencia en su app. Por tanto, se enfrenta a un problema «común», como es el de nuestra dejadez natural, y nuestros sesgos cognitivos, para llevarnos al comportamiento deseado, y es el que pasemos más tiempo en su plataforma.
Behavioral Design en Spotify
¿Y cómo lo hace Spotify? Pues trabajando dos ejes decisivos: la motivación y la facilidad, a través de una fuerte emoción y dos poderosos sesgos, más una señal.
Emoción de sentirse orgulloso
Contrariamente a lo que se pueda pensar, sentirse orgulloso de uno mismo no es vanidad ni egocentrismo, sino que incide en nuestra salud mental y hace que nos sintamos felices y satisfechos con la persona que somos.
Tocar esta emoción es muy potente.
Sesgo de confirmación
Tendemos a fijarnos más y dar mayor credibilidad a aquello que corrobora lo que ya creemos (que nos gusta escuchar música de estilos y años diferentes).
Sesgo de compromiso y consistencia
Tenemos un deseo muy profundo de ser consistentes y coherentes con nuestras propias ideas y valores.
Aquí, ¡el compromiso es la clave! El poder de la coherencia se activa con el compromiso. De ahí que nos pidan que compartamos esto en redes sociales, porque al compartirlo, nuestra mente se verá más obligada a continuar con ese comportamiento (tenemos el fuerte deseo de parecer consistentes).
La señal
Con la motivación ya bien alta, solo nos hace falta la facilidad, una señal, una acción fácil de realizar. Como decíamos, logrará que seamos más consistentes para que hagamos el comportamiento deseado.
En este caso, podemos comprobar cómo Behavioral Design puede aplicarse para cualquier finalidad, en este caso para que los usuarios o clientes vuelvan más a menudo a nuestra plataforma.
This is the way.