Los sesgos cognitivos son atajos mentales que nuestra mente utiliza para tomar decisiones.
Es esencial conocerlos y saber aplicarlos para crear experiencias que tengan en cuenta estos principios psicológicos,emocionales y sociales. Aquí te descubrimos algunos de los más potentes, bien explicados y con ejemplos para ayudarte a aplicarlos.
Heurística influencia social
Nuestras decisiones están fuertemente influenciadas por lo que otras personas hacen o esperan que hagamos.
Heurística Anclaje
Tendemos a depender de la primera información que vemos para tomar decisiones.
Reciprocidad
Nos sentimos en la obligación de devolver un favor si alguien nos ayuda primero.
Efecto señuelo
La sensación de estar ante una buena oportunidad puede hacernos consumir y gastar más de lo que realmente necesitamos.
Efecto halo
Las impresiones positivas que construimos sobre personas, marcas o productos en un aspecto concreto influyen positivamente sobre cómo los percibimos en otros aspectos.
Sesgo de confirmación
Tendemos a fijarnos más y dar mayor credibilidad a aquello que corrobora lo que ya creemos.
Sesgo de status quo
Preferimos que nuestro entorno y situación permanezcan como ya están.
Sobrecarga de la elección
Las personas nos sentimos abrumadas cuando se nos presentan muchas opciones para elegir.
Sesgo de aversión a la pérdida
Nos duele perder el doble de lo que nos gusta ganar.
Sesgo de escasez
Tendemos a percibir como más valiosos los objetos o recursos a los que nos resulta más difícil acceder por falta de tiempo o por limitación de unidades.
Efecto priming
Nuestras acciones suelen estar influenciadas de forma inconsciente por estímulos previos externos como palabras o imágenes que vemos a lo largo del día.
Ilusión de control
Creemos que tenemos más control sobre las cosas del que realmente tenemos.